miércoles, 29 de junio de 2011

Lo que mi alma siente antes de dormir

Ahora escribo y mañana estaré lamentando no dormirme ya. Pero quería desahogar un poco aquello que no cuento a menudo, pero vivo intensamente día a día a cada momento.
Vivo en vaivenes de tristeza. En un estado anímico complejo que muchas veces no comprendo. Deseo amar y ser comprendido, y al mismo tiempo prefiero la soledad y consumirme en mis propios vicios. El vicio mayor: la autocompasión.
Muchas veces despierto sin ganas de vivir. Otras veces me quiero comer al mundo y lamento tanto el tiempo perdido... lo lloro amargamente por dentro. Tantas cosas por hacer por decir por sentir por leer por ver por escribir por aprender por disfrutar por probar por vivir. Y ahora solo quiero dormir.
La magnitud de lo que me rodea es tan grande, y tengo tan poco tiempo para vivirla. Día a día a cada momento yo voy sintiendo como la vida se me va de mis manos. Mi cuerpo va cambiando y sigue cambiando a un ritmo acelerado. No siento cuando despierto y luego ya es hora de dormir de nuevo. Mi cuerpo va menguando... Y yo sigo con ganas! Que frustrante! El hecho que haya vivido tanto no significa que no quiera seguir viviendo.
De algún modo yo sabia que esto terminaría así... Así fue de niño. Hoy de adulto solo me quedaba la esperanza de que no se hicieran mis temores realidad. Mas solo era eso, esperanza. El destino y la fatalidad son armas de doble filo.
En fin, no puedo poner en un post todo lo que siento. Es tan trágico y a la vez tan sublime. Tan hermoso y a la vez tan escandaloso.
Es la hora de dormir.
Enviado desde mi terminal BlackBerry® de Digicel

lunes, 6 de junio de 2011

Más de 100 mentiras (Joaquín Sabina)

Tenemos memoria, tenemos amigos,
tenemos los trenes, la risa, los bares,
tenemos la duda y la fe, sumo y sigo,
tenemos moteles, garitos, alteres.


Tenemos urgencias, amores que matan,
tenemos silencio, tabaco, razones,
tenemos Venecia, tenemos Manhattan,
tenemos cenizas de revoluciones.


Tenemos zapatos, orgullo, presente,
tenemos costumbres, pudores, jadeos,
tenemos la boca, tenemos los dientes,
saliva, cinismo, locura, deseo.


Tenemos el sexo y el rock y la droga,
los pies en el barrio, y el grito en el cielo,
tenemos Quintero, León y Quiroga,
y un bisnes pendiente con Pedro Botero.


Más de cien palabras, más de cien motivos
para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la pena.


Tenemos un as escondido en la manga,
tenemos nostalgia, piedad, insolencia,
monjas de Fellini, curas de Berlanga,
veneno, resaca, perfume, violencia.


Tenemos un techo con libros y besos,
tenemos el morbo, los celos, la sangre,
tenemos la niebla metida en los huesos,
tenemos el lujo de no tener hambre.


Tenemos talones de Aquiles sin fondos,
ropa de domingo, ninguna bandera,
nubes de verano, guerras de Macondo,
setas en noviembre, fiebre de primavera.


Glorietas, revistas, zaguanes, pistolas,
que importa, lo siento, hastasiempre, te quiero,
hinchas del atleti, gángsters de Coppola,
verónica y cuarto de Curro Romero.


(Estribillo)


Tenemos el mal de la melancolía,
la sed y la rabia, el ruido y las nueces,
tenemos el agua y, dos veces al día,
el santo milagro del pan y los peces.


Tenemos lolitas, tenemos donjuanes;
Lennon y McCartney, Gardel y LePera;
tenemos horóscopos, Biblias, Coranes,
ramblas en la luna, vírgenes de cera.


Tenemos naufragios soñados en playas
de islotes son nombre ni ley ni rutina,
tenemos heridas, tenemos medallas,
laureles de gloria, coronas de espinas.


(Estribillo)

Tenemos caprichos, muñecas hinchables,
ángeles caídos, barquitos de vela,
pobre exquisitos, ricos miserables,
ratoncitos Pérez, dolores de muelas.


Tenemos proyectos que se marchitaron,
crímenes perfectos que no cometimos,
retratos de novias que nos olvidaron,
y un alma en oferta que nunca vendimos.


Tenemos poetas, colgados, canallas,
Quijotes y Sanchos, Babel y Sodoma,
abuelos que siempre ganaban batallas,
caminos que nunca llevaban a Roma.


(Estribillo)

Bajaré

Bajaré los picos más altos y subiré los valles más profundos por tí. Caminaré por sendas veredas y cabalgaré por entre los siniestros bosques, por tí. El mundo es solo un instante. Mi eternidad eres tú.

Volaré por los cielos, llegaré hasta el espacio infinito, buscaré incansablemente.

Corre aún por mis venas el anhelo incesante de un mundo distante donde solo existe luz.

Dame tu mano, no tengas miedo, te invito a venir... a ser parte de mi, como quiero ser parte de ti.

El llanto empezo, más yo soy feliz. El llanto cesó y aún sigo feliz. Porque mi mente y mi cuerpo te pertenecen, yo soy feliz.

Búscame en tu silencio, búscame en tu vivir, búscame en tus noches tristes y búscame cuando te quieras reír. Yo estaré ahí.

Quisera poder volar, quisiera poder sentir, quisiera poder ver, quisiera poder estar allí. Donde mi corazón descansa y nada perturba mi existir.

Esto es lo que soy, esto es lo que tengo, y es lo que te doy, lo que realmente soy: Un torbellino de fuego, un sol de ilusiones, un mar de vivir.

Quién pueda ver lo que tengo, quién me pueda seguir?

En un mundo efímero, tan solo te quiero... a ti.

sábado, 4 de junio de 2011

La felicidad en el todo

Lo lindo de la vida es poder disfrutar de todo… Disfrutar de lo bueno y de lo malo, de lo dulce y de lo salado, de lo frio y de lo caliente, de lo humedo y de lo seco…

Siento haber comenzado con pie derecho la celebración de mi cumpleaños 30. 30 años de vagar por esta tierra… Sin rumbo? Pueda ser… pero tratando de encontrar la felicidad en todo lo que me rodea.

He probado cosas buenas y cosas malas, y hasta ahora de nada me arrepiento (bueno de una cosa, pero es algo que ya no puedo cambiar), y estoy seguro que si volviera a nacer, me gustaría volver a repetirlo todo tal cual… Estoy enamorado de mi vida y quisiera poder seguir así eternamente…

Pero la realidad es otra, y en mi caso (aunque creo que al final es el caso de todos) lucho contra el tiempo. Mi realidad es que quisiera comerme al mundo, pero la vida es tan corta que no alcanza para comerlo todo, ni por poquitos.

Pero el mundo aun me sigue dando sorpresas, y cachitos de felicidad aun cuando yo no los busque. La tristeza y la alegría corren de la mano, aunque quizá nadie pueda comprenderme…

It's just a thought, only a thought